Departamento.

Una torre de piedad nace entre las llamas de la envidia. El insomio me persigue pero el suenio me domina, sin dejarme respirar. Siento sus ataduras en mi cuello, en mi garganta, su humo rosandome los pulmones para matarme y que sufra en el recorrido de mis fracasos. No aprendo de ellos.
La musica no calma tanto dolor, las caricias solo queman la piel, el sudor resbala por mi cara, por mi cuerpo se desvanecen esas gotas de dolor invisibles que solo mis labios pueden saborear.
La casa esta mas lejos de lo que pensaba, la oscuridad de la noche me come tristemente para acompaniarme en esta soledad insaciable que se apodera de todos mis sentidos.
Le temo tanto, te temo tanto a vos. A tus locuras, a tu bienestar mental.
Nunca supieste darme la mano antes de cruzar, los puentes son largos y solitarios para recorrerlos sola, los tablones estan rotos, y se que puedo caer, se que voy a caer, y no voy a levantarme otra vez. No quiero sobrevivir. Le temo a esta vida, le temo tanto a mi soledad, a mi prescencia, a mi espejo.

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