Falta de alimento. Falta de animo. Ese mismo que te atormenta, que te tortura, siempre. No te deja dormir, te despierta, te persigue y te aniquila. Lentamente. Llama a tu hambre, le grita, lo despierta, lo tienta con alimientos, que deseas, que deboras, de los que te abstenes, una maniana, una tarde, una noche, dia, semana, mes. Le temes, pero lo deseas. Cuanto mas lo haces, mas lo ignoras, mas disfrutas la espera de degustarlo, esa espera eterna e interminable. Amas tus huesos, amas tu panza, ODIAS la comida, AMAS la comida, la ingesta, sentirte llena. LO ODIAS.
Atrapada, sin fuerzas, dia a dia luchando contra la tentacion, maligna, perversa que tu mente disputa con tu estomago. Cada anuncio llama tu atencion, en tu contra, contra tu salud, a favor de ella.
Y un grito hambriento te exige COMIDA. La que tanto desprecias, la que tanto reclamas.
1 comentario:
Tu cerebro se vuelve en tu contra, todo se da vuelta. Piensas con el estómago.
Ves un reflejo, lo que odias ser, lo que CREES ser. Pero no siempre lo que refleja el espejo es lo que existe. Alucinamos, nuestra mente juega con nosotras, nosotras jugamos con nuestra persona. Con nuestra VIDA.
Sin palabras hermosa, excelentes como siempre
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