Provocar

Corro. Intento seguir tus pasos, descifrarlos en este piso lleno de lodo, de barro, de residuos orgánicos y excremento. Donde la oscuridad se condensa y no te veo, no te encuentro por ningún lado Vos huís de mi y yo te sigo, te persigo, hasta quizás te pueda llegar a atormentar mi presencia. Intentas no escuchar, pero te grito, suplico tu nombre y rasguño tu alma, te lastimo donde mas te duele, en tu conciencia, en mis exigencias de reencuentro después de tu abandono.

Me gusta despertar tu espíritu morboso y asesino, provocarlo para luego revolcarme con el. Gritarte al oído con voz chillona e infantil que me violes, que me pegues, me lastimes y abrazarte... Rogarte por mi vida mientras en lo unico que pensas es en matarme. Porque lo necesito, necesito de tu lastima, necesito ponerte nervioso, revolverte las tripas, romper con tu capacidad de paciencia. Eso me exita, cada vez mas, y mas, y mas. No puedo controlarlo, no puedo controlarte, las cosas se me van de control y el riesgo se va acercando.

Con tu mirada de fuego y tus uñas sucias me desvestis, me arrancas la ropa, me desnudas lastimandome, haciendome sangrar, mordiendome el cuello, y me duele. Te juro que me duele. Las lagrimas asoman por mis ojos, mi cabeza da vueltas, pero mi cuerpo te desea, desea la agresión que yo misma provoque.

Y te ruego, nuevamente me arrodillo ante vos pidiendote que me violes, que me pegues, que me lastimes para después abrazarte. Y lo haces, dudando... con miedo a estar haciendo las cosas mal, con miedo a lo que puedan llegar a pensar los demas, con miedo a enfrentarte con tus propios principios. Pero recapacitas… Los ojos se te iluminan con un fuego infernal, un fuego mas pasional que el primero. Sabes que no hay nadie, sabes que estas solo vos, solo yo, no hay terceros para hablar, para reclamar, para criticar. Vos, ese personaje tan formal que creas dia a dia hoy no necesita actuar. Podes matarme, lastimarme, y violarme una vez muerta. La imagen misma te reprime la cabeza y tu imaginación comienza a volar, a besar mi cuerpo, a estrangularlo.

Continuara…

1 comentario:

Juan Sabatez dijo...

Estas vos, está él, y está el voyeur que lee acá, y solo puede imaginar.