- No me desnuden para morir.
Esas fueron sus ultimas palabras. Sus últimos deseos.
Pero nadie escucho, a nadie le importo.
Es un muerto, un entierro, una planta.
Hoy se esconde del sol porque le da miedo la luz.
Hoy murió porque jamas logro una fotosintesis digna para conservar la vida.
La ultima carta suicida
Otro intento mas para alejarse de todo. Miraba a su alrededor y solo tenia la capacidad de reconocer la muerte. La locura se había apoderado de sus sentidos y sus pies no sentían el veneno que le sangraba del cuello para infiltrarse en la tierra, como gotas que caen sin poder traspasar el papel de nailon que envolvía su cuello y la degollaba lentamente dejándola morir.
Intento cerrar sus entrañas con un grito apagado de dolor, de temor y de lujuria, con un grito de placer que la exitaba cada vez mas mientras se consumía con el correr de los segundos. La casa estaba vacía, vacía como su vació mismo, sus dedos rozaban su rostro para intentar reconocerse, para poder dar señales de vida que nadie era capaz de enfrentar, de aceptar, de interpretar. Quería parar, pararse y gritar en un desierto sin que nadie la pueda escuchar para que todos tengan la necesidad de acudir en su ayuda y desenvolverla de la humillación que la condena. Otro trago mas, exigía en un bar cercano a la decepción mas remota, y sus silbidos se oían como relámpagos en un día de insomnio, donde las hojas quedan en blanco y no existe lapiz capaz de dibujar una silueta ni sangre para des hacer la información. Cuanto tiempo pidiendo una nueva oportunidad para atormentarse con las imagenes agenas, soñando con una vida jamas correspondida y disfrutando de sus miserias cotidianas. No le gustaba ir a la iglesia pero resaba para disimular sus temores de una vida nueva, de una muerte nueva, de las historias de terror.
Ultimas horas, últimos minutos de sufrimiento, de placer, de sexo.
Ultimas horas de mierda, de inodoros, de insoportables ruidos de agua fluir, de agua acariciándola y arrancándola, saboreándola, limpiándola, NO, no mas mugre, POR FAVOR, pide, reclama, exclama, exige, necesita, soluciones, rápidas, confusas, te necesito.
la vida hoy, la vida ahora.

El mismo aliento a alcohol que me envuelve a la noche me intoxica en la maniana.
intento descifrar las claves de mi entierro y solo puedo visualizar fracaso tras fracaso, muerte tras muerte, tierra y fuego unidos para deborarme, cremarme y enterrarme en la soledad que se reproduce en masa apoderandose de mi cuerpo y mi alma.
cierro los ojos para no llorar, apretando los parpados contra mis mejillas, hoy me digno nuevamente a volver a escribir, a volverme a expresar.
no tengo razones para llorar, no tengo razones para estar mal, pero las necesito... necesito alimentarme de mi misma, de mi propio sufrimiento para sentirme completa, para cumplir mis metas y lograr ser feliz.
Es dificil de expresar, entre mas manifestas tus logros en la vida mas fracasos me invaden sin dejarme respirar, sacandome todo el aire existente.
siento que me ahogo, pero no en cualquier pozo, no en cualquier agua, me ahogo en la humillacion misma, me ahogo en mis fraudes.
Me muero en la vida.
Con la cabeza metida en el water, debes llevar unas horas dormido sin aire.
La última raya de coca ensuciaba en espejo volcado.
Y en el suelo gotas de sangre, porque un grumo te ha cortado.
Dime cómo ves el mundo exiliado en cada lavabo,
contando cada minuto, administrándote los gramos.
Dime cómo ves mi cara desde tus ojos desquiciados.
Dime cómo huele el viento desde tu tabique blanco.
He venido a contarte que tu novia te ha dejado,
que ya no le funcionas, que estás acabado.
Me ha dicho que cuando te vea te dé un abrazo.
Creo que soy el único que sigue a tu lado.
Anda, ¡tira eso!
Subámonos al tejado y cuenta, cuéntame lo que quieras.
Cuéntame que estás enganchado.
y dime cómo ves el mundo exiliado en el lavabo.
Exiliado en el lavabo.
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